La integración en masa de plantas solares, eólicas y otro tipo de recursos distribuidos puede  presentar desafíos en las redes de distribución tales   como la sobrecarga de diferentes elementos de la red como líneas o transformadores o excursiones de la tensión. Mediante la implementación de una Smart Grid que cuente con redes de comunicación y/o el control inteligente de los recursos distribuidos se pueden superar muchas de estos desafíos. El control activo de dichos recursos puede, por ejemplo, permitir controlar los flujos de potencia evitando así una sobrecarga del equipamiento o también evitar excursiones de la tensión.  . De esta manera se pueden integrar, a menudo, más generadores de energías renovables distribuida en el sistema sin poner en peligro la seguridad del suministro.

El control inteligente es la clave de la eficiencia

Las Smart Grid permiten controlar números factores en su operación. Los flujos de carga de la red pueden optimizarse mediante un control inteligente de la carga, del almacenamiento y de los generadores distribuidos. Para ello, se deberán tener en cuenta las previsiones meteorológicas y de consumo. Para garantizar y mantener  la tensión en la red, se puede emplear la potencia reactiva de los convertidores de las plantas eólicas y solares y la potencia activa de los sistemas de almacenamiento. Un sistema de comunicación eficiente y un algoritmo de control inteligente son esenciales para la coordinación efectiva de estos diferentes factores. Con una Smart Grid conseguiremos mantener todo bajo control y así permitir a los operadores de red alcanzar sus objetivos de manera rentable.